Opinión

Por qué no iría a ver a los Stones (y por qué no creo que ese concierto valga la pena)

¿Cuánto pueden pagar los colombianos por ver una banda de la que se saben una sola canción? Hasta 1.800.000 pesos según los rumores.

¿Cuántos colombianos van a pagar esa fortuna que no tienen para ir a un concierto con un grupo por el que no sienten ninguna empatía particular?. 50.000. O 49,000 mejor dicho, ya les explicaré por qué.

¿Cuándo? El 10 de marzo del 2016, según puede leerse aquí, pero para eso habrá que trasnocharse frente al computador el próximo 18 de noviembre y a lo mejor haber empeñado un higado para contar con el dinero.

Si me preguntan en abstracto si aún aguanta pagar para ver a los Stones digo que sí. Si me preguntan si vale la pena pagar lo que están pidiendo en Colombia por ver a los Stones en un estadio con cincuenta mil personas, digo que yo los ví por ochenta euros, unos 300.000 pesos, y que ya me iba pareciendo demasiado. A los precios colombianos, no, no iría a verlos y no creo que valga la pena.

Y eso a pesar de que alguna vez dije que un polvo, un viaje y un concierto son vainas que uno no deja pasar sin que luego le queden remordimientos y eso a pesar de que durante el evento viví momentos tan especiales como este:

(https://www.youtube.com/watch?v=-er85jGKSS0 )

Al pensar en los conciertos inolvidables de mi vida, me vienen a la cabeza el de La Pestilencia en el Coliseo de Lagos III en Bucaramanga, las dos veces que he visto a Amanda Palmer y a Roger Waters y cada una de las presentaciones de Leonard Cohen o de R.E.M. También la única vez que vi a Pearl Jam, en el Festival de Arras. En cada una de esas ocasiones artistas que la daban toda en el escenario, sin hacer concesiones al facilismo, tenían enfrente espectadores que no sólo conocían las canciones sino que las sentían desde adentro por todo tipo de razones: porque Cohen es el mejor letrista del último siglo, porque Vedder y Stipe son los más honestos artistas de los noventa y porque en el colegio uno se había definido a partir de las letras de Dilson Díaz.

Cuando el artista ofrece una presentación marcada por la honestidad, y el público, así sea movido por la nostalgia, lo espera con una apreciación sincera, se crea entre los dos una conexión que produce lo que en el lenguaje especializado se denonima “un concierto ni el hijueputa”.

Ese es el ideal, pero un concierto puede ser al menos un “conciertazo” si por lo menos una de las condiciones se cumple. Yo no sabía gran cosa de bandas como The Killers, Placebo o Florence and The Machine cuando los vi por primera vez en vivo pero me convertí en fan absoluto después de ver lo que eran capaces de entregar. Por otro lado, aún si los artistas se limitan a cumplir su papel, un “conciertazo” también lo puede hacer el público. A estas alturas de la vida es difícil seguir admirando a W. Axl Rose o negar que MetallicA no es una banda de metal sino una empresa a la que sólo mueve el dinero, pero la gente que va a verlos no sólo conoce de memoria las letras de las canciones sino que siente cada golpe de guitarra, bajo o batería. Gracias a esa emoción, puede que aunque uno tenga en frente a un payaso patético, un hombre cansado del oficio o un cerdo capitalista, la música baste para que al otro día tenga la voz ronca y el cuello adolorido de tanto cabecear. Yo volvería a pagar caro por ver a esas dos bandas, o a Maiden o a Slayer o Cradle of Filth porque sé que en esos conciertos se transforman en eucaristías paganas no sólo porque la gente se sabe las letanías sino porque cree en ellas, o al menos en una época creyó. Por esas mismas razones aún tengo entre los pendientes a Aerosmith.

Queda una tercera opción los “shows que se dan garra”. Esos espectáculos que hacía Michael Jackson, que aún hacen Madonna , AC/DC o tal vez Kiss.

Los Stones no dan un “show que se da garra”, sólo un mes después de verlos asistí en el mismo escenario a una presentación de Indochine que sí se la daba. Cómo también es ingenuo pedirle a los mejores performers del mundo la honestidad humilde que diera para un “concierto ni el hijueputa”, el precio de la boleta sólo podría justificarse con la opción “conciertazo” pero para eso se necesitaría un público que los adorara. Ý la banda de Jagger/Richards y compañía nunca tendrá en Colombia suficiente público que los quiera de corazón como para llenar un estadio.

La culpa la tienen ellos por ser tan buenos músicos y tan complejos como los Beatles, pero porque a diferencia a de los chicos de Liverpool, nunca tuvieron una época de pop lígero que les sirviera de gancho y no cedieron a la tentación, o no supieron cómo, de hacer canciones pegajosas que funcionaran en los estadios. Como siempre han sido más blues que rock n’ roll, sus canciones con coros cantables son poquísimas y de esas ninguna tiene  estrofas que una multitud pueda entonar sin esfuerzo. Paradojicamente los Stones son tan buenos que han logrado mantenerse durante cincuenta años en la cima del mundo sin que casi nadie se sepa sus canciones.

Pero eso en los estadios no va a funcionar porque los verdaderos “stonianos” del país , los que se las cantan todas y lloran con varias, los que podrían crear una conexión que convirtiera un banal estadio de fútbol en templo del rock n’ roll, no han de ser más de mil y eso si contamos a Carlomago Umaña y a Sandro Romero Rey.

Esos fans de corazón, boca gritona y lengua afuera, se terminarán diluyendo entres los 49.000 asistentes que no irán al estadio para ver a la banda sino para decir que la vieron. Gente que de los Stones sólo conoce la letra de “Angie” y el punteo de “Paint it Black” pero al leer este texto ni siquiera se dará cuenta que al título de la canción le falta una coma. Espectadores de todo lo que sea cool y caro a los que el nombre de Brian Jones no les dice gran cosa, que ignoran que el primer productor de la banda vive hace décadas en la 72 con Séptima y que cuando, cotourIG-538x600mo en toooodos los conciertos, los Stones toquen de penúltima “Sympathy” va a contentarse con decir “Uh uh. Uh Uh” en lugar de cantar a todo pulmón esa severa reflexión sobre el papel del diablo en la historia que Jagger escribió directamente inspirado de “El Maestro y Margarita”.

Porque, admitálo querido lector que ya anunció en todas partes que comparará la mejor boleta como hizo con Depeche Mode de quien sólo se sabe (el coro de)  “Personal Jesus” y de The Cure aunque no conozca nada nuevo desde “Killing An Arab”. Usted que por esa vocación medio traqueta y exhibicionista de decir que no se lo perdió,  hace subir los precios de las boletas y se le tira la fiesta a los fans de verdad obligándolos a quedarse en casa o a ver de lejos a las artistas por los que ha esperado toda la vida, usted de “(I Can’t get no)Satisfaction” sólo se sabe el coro y nunca se ha puesto a pensar en de qué putas habla la canción.

30 pensamientos en “Por qué no iría a ver a los Stones (y por qué no creo que ese concierto valga la pena)

  1. Traen bandas grandes, llenan el estadio, y este man quejándose de la que piensa es una actitud generalizada de la audiencia -atacando el criterio de «la gran mayoría» al asistir a este evento-. Terrible artículo. Prepotente y tonto.

  2. eso es lo que traen ya los empresarios a Colombia,viejos artistas acabados,decrépitos,que solo vienen a hacer mimica.Por qué no traen artistas en pleno auge de su carrera? Ya conocen a los colombianos,unos pendejos que solo van a chicaniar y a dárselas de mucho inglés.

  3. Jeje, me he divertido. La verdad un concierto es una fiesta, a la que se va por convicción, no porque el estadio se llene con fans o sin ellos. Yo le recomiendo que trabaje duro y pague por lo que quiere ver, canta a pulmón herido, así deja tanto drama. Los recuerdos son algo intímo, no tiene que venir aquí diciendo que usted es un super fan y que por eso sólo usted tiene derecho. Trabajo y ahorre vuelvo y le digo.

  4. La primera vez que leí el texto me emputé, pero tiene razón, en Colombia la gente va a los conicertos no porque conozca la banda o quiera descubrirla, sino por fantochear, pa jartar guaro y hacerse selfies, por eso aquí cobran esas millonadas inimaginables en otros países. Ya no compré la boleta y no me arrepiento, con esa platica me pago un año de bares y conicertos íntirmos con bandas modestas pero honestas

  5. Nadie duda lo buenos que son los Stones, pero en Colombia es el doble de caro que en Perú y cuatro veces más que en buenos aires.
    Un abuso!!

  6. Yo le pagaría U$1’000.000 (si los tuviera) a los Stones pero ese montón de plata que se debe pagar para una boleta no va para el artista, van para pagarle a sayco y acimpro, montones de impuestos y el empresario que se llena de plata, acá cobran una entrada a un concierto incluso más de lo que cuesta en un paz del «primer mundo» sin tener en cuenta que en Colombia ganamos como apenas la décima parte de lo que una persona allá puede devengar!

  7. Opino que ud es un imbecil con todas las 7 letras, estar en pleno concierto de los Stones y lo que se le ocurre es grabarse comiendo un chocorramo? Solo por eso toda la pseudointención de reflexión que pretende se fueron a la basura, ud. lo que tiene es puro resentimiento y envidia, fresco, deje que los demás vayan y vean a los stones, de pronto ellos tienen para más que para un chocorramo y no les va pareciendo mucho

  8. Yo tampoco voy a ir. Y eso que tal vez los Stones son los músicos que más he disfrutado en en mi larguísima vida. Pero la porbreza y la neura me pueden. No entiendo como puede valer tanto una localidad que ni siquiera tiene silla donde sentarse.
    .

    • yo creo que no convenció a ninguno porque ya los marranos que se gastaron lo de dos meses de sueldo y no saben una puta canción pero ahí van como borregos

    • Yo opino que obio que vale la pena ir a este concierto , pero me preguntó yo por que todos estos grupos después de viejos están viniendo a nuestro país ,
      … Ami me parece que cojen a colombia como desembale por que cuanto no hemos esperado estos conciertos y ahora que están bn verrugas estos abuelos vienen como por la última jajaja no mejor veo el concierto en la red , y fuera de eso todo lo que cobran , mis respetos pa estos músicos , pero bn viejos y bn cara la boleta quieren benir a pagar los impuestos de cuenta de este concierto no podemos ser tan mulas de tragar entero esos viejos que se vallan a cantar a un geriátrico jejeje

  9. Jajajajaja dizque errores de ortografía si el único que vi fue «hígado» sin la tilde, me parece que muchos critican al autor porque están en «su ejercicio de la libertad» al pretender ir a éste robo, pero bueno es igual que el que se va matando de a poco o compra algo que no necesita, el !marketing los tiene jodidos…

  10. Pingback: Por qué sí iría a ver a Pearl Jam (y por qué sí creo que ese concierto vale la pena) | umpalá

  11. le faltó: yo con esa plata me compro un dvd y todos los videos y pido pizza para verlos tranquilo en mi casita, antes ee mezclarme con traquetos. Man, muy mal redactado, una posición muy ñera, te pelaste mal con esa cantidad de barbaridades que escribes, yo de ti lo hubiera escrito anónimo, que pena ajena.

  12. La plata que la gente le va a pagar a ese concierto no va a salir de su bolsillo amigo, asi que viva y deje vivir, además dice que ya los vió a elos y muchas bandas más, entonces deje que los demás que no han vivido tanto como usted tengan criterio de decir fué bueno o malo, saludos

    • pero es que en Colombia son muy abusivos con las boletas. el articulo habla es de que aca es un robo cualquier concierto entonces no van los fans sino los que más plata tengan

  13. Hermano, con todo el respeto que te mereces… qué opinión tan despectiva, suena más a alguien que no tiene con qué ir y quiere convencer al resto de lo mismo. Es muy prepotente y propio de un tipo sin vida propia arengar que «si no sabe los coros, a qué va» Yo estuve en el de Minneapolis este año, el 3 de Junio y señor, estuve rodeado de gente de todas las edades, el niño de 10 años feliz de ver a la banda de su papá y la verdad cantaba a media lengua «Jumpin’ Jack Flash» Hermano, esto es un espectáculo cultural y nada mas. Antes vinieron por estas tierras y siento como Colombiano, que es una oportunidad única. Yo lo pienso repetir y tal vez no me gaste 400 dólares como aquella vez, pero que lo hago lo hago. Gracias.

    • siga yendo a las guevadas pobres de rock al parque. en cualquier parte del mundo un espectaculo se paga. así se mantienen por fuera a los ñeros como usted.

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