“Amsterdam, Londres, Bilbao, Roma, Oslo. No recuerdo todo exactamente. Como unos diez países en veinte días”. Jorge Molano hace esfuerzos por organizar la lista de los lugares en los que ha estado durante una gira con el ritmo de una estrella de rock . “Visite toda Europa”. Molano, sin embargo, no ha estado precisamente de vacaciones. Entre representantes de sindicatos y partidos políticos, asociaciones de juristas, grupos de estudiantes, parlamentarios y ministros de relaciones exteriores, el abogado colombiano de 45 años, no ha tenido tiempo de visitar ni uno solo de los monumentos europeos. “¿Cuántas reuniones? Puede que ochenta, incluyendo las conferencias”, dice. “Me voy mañana y tengo una entrevista más a la que tengo que ir con maletas de camino al aeropuerto”.
Paraísos de los DDHH
El motivo principal del viaje es la invitación de la organización holandesa Lawyers for Lawyers que este año eligió al colombiano como ganador de su premio mundial a los abogados defensores de los derechos humanos. El galardón ha sido otorgado previamente a personajes como Alec Muchadehama , de Zimbawe y a Magomed Aboubakarov, defensor de los derechos de las minorías en Chechenia.
En la declaración del jurado, conformado por los juristas Theo van Boven, Egbert Myjer y Els Swaab y que también consideró finalistas a Khalil Maatouk, de Siria, y al chino Pu Zhigiang, puede leerse que “se encontró en Molano a un abogado notable por sus décadas de compromiso con aquellos que no aceptan la opresión de un poder con frecuencia criminal y violento”.
“Imagino que si me dieron el premio es porque se han dado cuenta de lo peligrosa que es la labor de los defensores de los derechos humanos en Colombia”, afirma el galardonado quien sostiene que pese a que durante el gobierno de Juan Manuel Santos el discurso hacia las organizaciones no gubernamentales se ha suavizado, las cifras muestran una situación tanto o más grave que durante la presidencia de Álvaro Uribe.
“Además se tiende a olvidar que Santos fue su ministro de Defensa y que por eso mismo tiene una responsabilidad en la intimidación y los asesinatos que ocurrieron en el periodo 2002 a 2010”, señala.
Un largo combate
A sus 46 años, Molano no olvida la experiencia que representó para él poder trabajar junto al padre Javier Giraldo cuando era un recién egresado de la Universidad Externado de Colombia.
Tampoco la figura titular que fue su maestro Eduardo Umaña Mendoza de quien opina que “es un ejemplo de la altura, el compromiso y la dignidad que puede tener un colombiano y al mismo tiempo de la capacidad que tiene Colombia para eliminar a sus mejores hombres”.
Fue tras el asesinato de Umaña Mendoza, en abril de 1998, que Molano “heredó” el caso de los desaparecidos del Palacio de Justicia, que representa para él un momento en el que los militares accedieron a un poder político que aún conservan y no están dispuestos a ceder, “al punto que, sabemos de buena fuente que la eventual liberación del coronel Plazas Vega es una condición que los militares han puesto a Juan Manuel Santos para garantizar su apoyo al proceso de paz”.